Está claro que sin sol no podríamos vivir, está claro que beneficia a todos los organismos, está claro que nos alegra...está claro que el Sol nos aporta muchos beneficios, por ejemplo:
-Estimula la síntesis de vitamina D (la cual previene el raquitismo y la osteoporosis).
-Favorece la circulación sanguínea.
-Actúa en el tratamiento de algunas dermatosis.
Está claro entonces, que un buen paseo al aire libre, un día en la playa o una tarde de senderismo por la montaña nos pueden ser muy beneficiosos tanto fisiológicamente como anímicamente.
Pero lo que también está claro esque si no tenemos unos buenos hábitos con respecto al sol, también nos puede comportar muchos problemas.
Conozcamos el porqué de todo esto:
Para empezar debemos saber que la luz solar como tal, se descompone a diversas longitudes de onda, de todas ellas nos llegan 3 a la tierra:
-Ultravioletas, de efecto biológico...distinguimos tres tipos:- UVC. Son los mas dañinos, los absorbe la capa de ozono y no nos llegan. (por eso debemos ser responsables con la destrucción de la capa de ozono)
- UVB. Son muy energéticas, penetran a nivel epidérmico y causan el bronceado de la piel.
- UVA. De menor energía que los anteriores, y por tanto mas peligrosos, penetran en niveles muy profundos de la dermis y son los responsables del envejecimiento de la piel y el melanoma.
-Visibles, de efecto luminoso.
-Infrarojos, de efecto calorífico.
Aún así, sabemos que no es lo mismo el sol que tomamos en la playa, en la piscina o caminando por la calle...Eso sucede porque la exposición solar depende de unos cuantos factores, como el clima, la latitud, la altitud, la oblicuidad o la superfície, es decir, que en cada terreno la luz se refleja de distinta manera:
Como veis, dependiendo del terreno el sol se refleja más o menos, lo que aumenta o disminuye el riesgo de la exposición solar.
Es por ese hecho que se recomienda usar siempre (verano e invierno) una protección solar. Normalmente las cremas hidratantes contienen un SPF (factor de protección solar) mínimo de 8 por ley, aunque ahora ya empiezan a proliferar más las cremas o bases de maquillaje con SPF 15. Pero...¿sabemos realmente qué significa SPF?
El SPF es un índice que nos indica el tiempo que podemos exponernos al sol sin riesgo de quemaduras. Cuanto más alto es el SPF, más alta es la protección de los rayos solares. Es decir, un SPF 15, por ej. multiplicará por 15 la cantidad de tiempo que nuestra piel aguante de manera natural sin quemarse ni dañarse, es decir, que si yo aguanto 10 minutos sin que mi piel se resienta, con un SPF 15 mi piel no se quemará ni dañará en 150 minutos. Con lo cual, cuánto más alto sea el SPF menos veces tendremos que reaplicar el producto.
Diría que es importante conocer cada uno su piel a la hora de elegir una protección, pero como consejo os diré que una piel normal (ni sensible, ni blanca, ni totalmente bronceada) aguanta unos 20 minutos al sol sin recibir daño alguno, así que nos podemos asegurar bastante el tiro con una protección SPF 30...Ojo! Las protecciones no evitarán que nos pongamos morenas, solo evitarán los efectos mas dañinos del sol en la piel, recordad que un bronceado bonito se consigue progresivamente, de nada sirve quemar y maltratar la piel...
De la misma manera que protegemos nuestra piel con SPF, nunca estará de más usar gorros, sombrillas, etc.
Después de la exposición solar, hay que tener en cuenta que existen productos que también nos resultarán muy beneficiosos como los aftersun que nos van a ayudar a: hidratar, refrescar, evitar la inflamación, cicatrizar y regenerar la piel además de paliar o corregir las anomalías originadas por la agresión solar.
Antes de dejar el tema, me gustaría enseñaros una tabla de pequeños consejos que nos serán muy útiles:
"Para obtener un resultado óptimo de la utilización de un fotoprotector, es necesario seguir cuatro normas básicas:
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Aplicar el fotoprotector en casa, nunca en la playa o en la piscina.
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Hacerlo sobre la piel bien seca.
-
Aplicarlo 30 minutos antes de exponerse al sol.
-
No escatimarlo.
Respetadas estas normas, también será necesario tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
1. Evitar las pulverizaciones de agua durante las exposiciones.
2. Evitar los perfumes y las colonias alcohólicas que contienen esencias vegetales, porque son fotosensibilizantes
3. Elegir el fotoprotector más indicado atendiendo al fototipo.
4. Utilizarlo, aunque esté nublado.
5. No exponerse al sol entre las 11 y las 15 horas.
6. Protegerse la cabeza con un sombrero o gorra con visera; los ojos con gafas adecuadas, y los labios con protector labial.
7. Estar en movimiento. No es nada aconsejable tumbarse al sol y mantenerse inmóvil durante horas. 8. Beber agua o líquidos para evitar la deshidratación.
9. Determinados medicamentos pueden provocar reacciones a la exposición solar.
Recuerde: hay que empezar por un SPF alto, sobre todo la primera semana de exposición solar, e ir rebajándolo en los días posteriores."
Espero de todo corazón que una vez leídos estos consejos los apliquéis al máximo como lo hago yo y sobre todo que disfruteis mucho mucho de esas merecidas vacaciones que muchos y muchas acabais de empezar.
¡Sonreíd mucho! (También en vacaciones)
Sparkling
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